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Haciendo un poco de historia (Tehuelches y Mapuches) apropósito de reclamos trasnochados

Decía Foucault, que el poder es la razón que ve, que domina, que instrumenta y que controla. Hasta las ciencias humanas estudian al hombre para conocerlo y dominarlo mejor. El poder tiene el poder de producir, de crear y de imponer su verdad, y la razón ha sido instaurada para dominar a los hombres.

La verdad absoluta no existe, sino que existen interpretaciones múltiples de los hechos. Foucault se apoya en la tesis de Nietzsche: «No hay hechos, hay interpretaciones», para decir que el poder crea la verdad, por lo que ante un hecho, cada individuo crea su interpretación del mismo, esto es, su propia verdad. Sin embargo, es el poder, el que dispone de los medios para imponer su interpretación a los demás.

Aquí un ejemplo:
Sin querer generar polémicas, y respetando la gráfica, sería bueno recordar algo de historia para saber de que estamos hablando. Es probable que si frente a mi se plante un Qom y me diga que los extranjeros vinieron a invadir sus tierras ocupadas por sus ancestros desde tiempos inmemoriales y me llamase “extranjero”, se me helase la sangre. Como también si quedase un indio “Pampa” (Puelches o Tehuelches), quienes fueron exterminados de la región Patagónica en manos de sus “hermanos” bajo el mando del cacique Juan Calfucurá, tampoco sabría que responder.
Pero en esta actualidad que llama a engaño, no caigo ni se me hiela la sangre. Al contrario, se me calienta quizá como al Gral San Martín cuando sus mismos hermanos desde la caprichosa Buenos Aires le quitaban los medios y el apoyo para la campaña Libertadora.

Haciendo un poco de historia.

Para quienes no conocen ni han escuchado hablar del Cacique Juan Calfucurá, podríamos resumir que fue quizá el cacique mas grande que tuvieron los Mapuches, derrotado en su asentamiento de las Salinas Grandes, al sur de la provincia de Buenos Aires, allá por 1872.
En una oportunidad dijo el Cacique de sus hermanos de sangre, los indios pampas (Puelches) de la Argentina: "¡No voy a dejar uno vivo!"
El mismo Calfucurá, en una carta a Estanislao Zeballos fechada el 27 de abril de 1861, le decía: "También le diré que yo no estoy en estas tierras por mi gusto, ni tampoco soy de aquí, sino que fui llamado por don Juan Manuel, porque estaba en Chile y soy chileno; y ahora hace como 30 años que estoy en estas tierras."
(archivo del general Mitre, tomo 23, pag.18).
Los Mapuches, a los Tehuelches, los llamaban "Puelches", que significa "orientales". Esto nos da una idea que, su punto de referencia era precisamente del otro lado de la Cordillera. Ellos, los Mapuches, eran los "occidentales", eran Chilenos; los Tehuelches, Puelches o Pampas, “orientales”. Por lo tanto, los Puelches, Tehuelches o “Pampas” Eran los que estaban en el territorio Argentino. Nada tenían que ver entre ellos, ni siquiera hablaban el mismo idioma. La historia y el sentido común indican entonces que los Mapuches no son "originarios" (Me aventuro a decir que son más modernos aquí que los primeros inmigrantes Irlandeses y Piamonteses). Pero sin querer hacer apreciaciones personales, para no herir susceptibilidades, aunque tengo opinión definitivamente formada sobre el asunto, revisando la historia, sabemos que los Mapuches al mando del cacique Calfucurá, entraron a la Pampa haciéndose pasar por una caravana de comerciantes, (cosa muy común entre los indios de Chile y los de Argentina). Como también era común que la indiada chilena (Mapuches) bajase a las pampas sureñas a maloquiar y se llevase para comerciar con los mismos españoles por los puertos Chilenos, ganado en pié y caballos, cobrando con plata, emprendados, bebidas alcohólicas, quedándose ellos con las cautivas.
Para quienes nos gusta leer sobre la historia, sabemos de que hablamos al mencionar la famosa “Masacre de Masallé” , en la cual bajo engaños, los Mapuches masacraron a las las tribus “occidentales” quienes esperaban con sus caciques para intercambiar sus productos, y bajo esa pantalla comercial, atacaron de manera despiadada y traicionera. Fué así que el 9 de septiembre de 1834, asesinando a más de mil indios y a los caciques Rondeao, Melín, Alun, Callvuquirque y otros en sus propios toldos que habían plantado en ese paraje.
La masacre fué casi total. De esa masacre logró escapar Coliqueo, después llamado "el Indio Amigo de los Toldos" quien con el cacique Cipriano Catriel combatió contra Calfucurá, apoyando a las tropas del Gral. Ignacio Rivas, en la batalla de San Carlos, el 8 de marzo de 1872, derrotando completamente a Calfucurá, quien logró huir pero murió poco después de tristeza.
Luego de la derrota de Calfucurá, el Cacique Cipriano Catriel notificó a los demás caciques de la región que, por voluntad del dios Guenechén, él era el Jefe Supremo de las Salinas Grandes y Cacique General de las Pampas. Posteriormente persiguió y exterminó a todos los caciques pampas que no se le sometieron.
Reitero que no es la intención generar polémicas, sino de remitirnos a la historia QUE ES, y no la que quieren contarnos. Los Mapuches no son originarios de nuestras tierras ni corresponden las pretensiones territoriales que ejercen.

“Patagonia Chilena”

El nombre Patagonia fue dado a la región por la expedición de Hernando de Magallanes, al servicio de la corona de España, en 1520, luego de que tomara contacto con los indios Tehuelches, a quienes denominaron Patagones. Magallanes habría observado los grandes pies de los indígenas y los habría llamado en su idioma natal, el portugués, pata gau, es decir: pata grande. De allí derivaría en español el nombre de Patagones y la tierra que ellos habitaban: Patagonia.
El cronista Pigafetta escribió en la bitácora del viaje de Magallanes: “Nuestro capitán llamó a este pueblo Patagones”. Magallanes se impresionó por el gran tamaño de las huellas encontradas en la playa. Los primeros españoles que tomaron contacto con los tehuelches verificaron que efectivamente eran altos y corpulentos, según cuenta el testimonio del cronista de la expedición, Antonio Pigafetta.
Posteriormente, a fines del siglo XIX el inglés George Musters ratificó este hecho en su libro “Vida entre los Patagones”:.
"Jamás había visto yo, verdaderamente, seres más abyectos ni más miserables. (...) Esos desdichados salvajes tienen la talla escasa, el rostro repugnante y cubierto de pintura blanca, la piel sucia y grasienta, los cabellos enmarañados, la voz discordante y los gestos violentos. Cuando se ve tales hombres, apenas puede creerse que sean seres humanos, habitantes del mismo mundo que nosotros. A menudo se pegunta uno qué atractivos puede ofrecer la vida a algunos animales inferiores; la misma pregunta podría hacerse, y aún con mayor razón, respecto de tales salvajes." (Charles Darwin; Viaje de un naturalista alrededor del mundo, Librería del Ateneo, Buenos Aires 1945; pág. 263 ).
Claramente los patagones tampoco tienen absolutamente nada que ver con los mapuches. Por lo tanto, ante los hechos que ocupan hoy nuestro quehacer diario, me pregunto que sucedería si se aplicase la ley como corresponde, respaldada en nuestra carta Magna, ante hechos que claramente rozarían la estafa, la sedición, la secesión y el terrorismo.
Estamos dispuesto a afrontar los costos políticos y sociales de lo que eso significa, aplicando la ley con quienes utilizando la violencia como único modo de reclamo y no aceptando nuestra Constitución Nacional como encuadre jurídico, pretendiendo algo que nunca les correspondió?.

(Extraído del perfil de facebook de Luis Simonetti)

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