El 1 de mayo de 1933, en Londres, el vicepresidente argentino Julio A. Roca (hijo del ex presidente Julio A. Roca) firma el tristemente conocido “Pacto Roca-Runciman”, por el cual nuestro país pidió a Inglaterra un préstamo de más de trece millones de libras, entre cuyas cláusulas secretas estaba la creación del Banco Central. El año anterior se habían reunido en Ottawa los representantes de los dominios del Commonwealth y en la reunión, el imperio británico firmó acuerdos con Australia y Canadá con el fin de otorgar preferencia a la compra de carnes. Si bien se habló de dificultades financieras del imperio británico, consistió más bien en una “apretada” a los productores y gobierno argentino, como una estrategia para obtener mejores precios y otras concesiones. A partir de entonces la exportación de carnes argentinas a Inglaterra comenzó a decaer, y la oligarquía presionó al entonces presidente del fraude patriótico Agustín P. Justo para enviar una misión a Londres ...