Corina Kavanagh Lynch: la promotora del emblemático edificio, ubicado en el barrio de Retiro. Nació el 20 de febrero de 1890 y falleció el 18 de febrero de 1984. Sus restos yacen en el Cementerio de la Recoleta.
Al edificio, lo construyeron en sólo 14 meses y fue el más alto de América latina; los arquitectos encargados fueron Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María De la Torre.
En 1948, Corina le vendió su propiedad al banquero Henry Roberts.
El mismo año de su construcción, que terminó en 1936, el Kavanagh obtuvo el Premio Municipal de Casa Colectiva y de Fachada y, en 1939, recibió similar distinción del American Institute of Architects. Por sus características técnicas, compartió un galardón con la Torre Eiffel, con la Represa de Assuan y con el Canal de Panamá, otorgado por la Sociedad de Ingenieros de los Estados Unidos.
Con sus 120 metros de altura máxima (posee cinco alas yuxtapuestas, con un total de 31 pisos) superó los 90 metros del Palacio Barolo, su antecedente en cuanto a mayor porte, y fue el primero que contó con aire acondicionado central.
Una curiosidad: el Kavanagh no tiene portero eléctrico. Como si se tratara de un hotel, todas las personas ajenas al edificio deben anunciarse en recepción, e inmediatamente se les avisa, vía telefónica, a los copropietarios. Tampoco tiene cocheras. Es que cuando se construyó, en 1936, todavía se estacionaban los carruajes sobre las aceras.
El edificio fue declarado por la Unesco, en 1999, Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad.
Al edificio, lo construyeron en sólo 14 meses y fue el más alto de América latina; los arquitectos encargados fueron Gregorio Sánchez, Ernesto Lagos y Luis María De la Torre.
En 1948, Corina le vendió su propiedad al banquero Henry Roberts.
El mismo año de su construcción, que terminó en 1936, el Kavanagh obtuvo el Premio Municipal de Casa Colectiva y de Fachada y, en 1939, recibió similar distinción del American Institute of Architects. Por sus características técnicas, compartió un galardón con la Torre Eiffel, con la Represa de Assuan y con el Canal de Panamá, otorgado por la Sociedad de Ingenieros de los Estados Unidos.
Con sus 120 metros de altura máxima (posee cinco alas yuxtapuestas, con un total de 31 pisos) superó los 90 metros del Palacio Barolo, su antecedente en cuanto a mayor porte, y fue el primero que contó con aire acondicionado central.
Una curiosidad: el Kavanagh no tiene portero eléctrico. Como si se tratara de un hotel, todas las personas ajenas al edificio deben anunciarse en recepción, e inmediatamente se les avisa, vía telefónica, a los copropietarios. Tampoco tiene cocheras. Es que cuando se construyó, en 1936, todavía se estacionaban los carruajes sobre las aceras.
El edificio fue declarado por la Unesco, en 1999, Patrimonio Mundial de la Arquitectura de la Modernidad.
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