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El imbécil

Nada justifica actuar como un miserable, conocido es -por cierto- que un hombre también es la medida de sus actos.
No creo en hombres miserables, creo en hombres que pueden actuar miserablemente y eso, quizás los vuelva de la peor ralea.
Aunque también creo que una persona que habiendo actuado como miserable, puede ser mejor, pueda redimirse, en fin, el libre albedrío es genial.
Ahora bien: el imbécil, ese es un sujeto peligroso, de temer.
Un imbécil, no medita las consecuencias de sus actos, no se detiene ante nada al momento de efectivizar su imbecilidad. No es la pólvora, pero es una verdad también conocida: el imbécil es peor que el miserable.
Muchas veces el imbécil se escuda en sus creencias mal entendidas o mal interpretadas o se justifica en su ideología, en fin, el pelmazo siempre cree estar obrando de conformidad. Y eso los torna peligrosos.
Abundan los ejemplos en la historia que no vale la pena dilatarnos más en esto.
Contra este tipo de sujetos, la gambeta corta.

ps. En la próxima entrega: "diferencias entre un loco y un hijo de puta". 


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