Ir al contenido principal

17 de Octubre, una vuelta a las fuentes por Roberto Suárez



Cuando Borges dice: “Los peronistas no son ni buenos, ni malos; son incorregibles”, (independientemente del juicio de valor cuasi solapado del autor) se extrae con suma evidencia que el carácter de ser peronista importa para Borges una situación ubicada concretamente “en lo que no resulta correcto”, como dice la RAE “libre de errores o defectos, conforme a las reglas” o en su segunda acepción y en referencia a una persona: “De conducta irreprochable”, en dicho sentido, ser peronista es ser de conducta reprochable, pero además: incorregible.
En la afamada sentencia, puntualmente en el carácter de incorrección borgiano se destaca además que el mismo no resulta pasible de saneamiento alguno, por ser justamente incorregible, vale decir, es fatalmente “no correcto”, como esos actos jurídicos que viciados de suma gravedad no pueden ser purgados porque uno de sus elementos esenciales está afectado o simplemente no está presente; en fin, Borges es sin duda lapidario y al momento de referirse al peronismo, como la justicia china es también rápido y efectivo.


Lo que es harina de otro costal es que en otro nuevo año que se recuerda aquel histórico 17 de octubre, el peronismo del siglo XXI como movimiento político, le debe a la argentinidad un profundo replanteo por las gestiones pasadas desde la vuelta de la democracia la fecha.
Como colofón de esta líneas es de mención que no existe por cierto el denominado “peronómetro” para medir en forma exacta quien es peronista y quién no, pero la historia Argentina de las últimas seis décadas -que es también la historia del peronismo- se debe una dura crítica sobre todos aquellos individuos que desde la conducción y del poder, invocando el “manto sagrado” del peronismo nos condujeron a muchos de los desastres cotidianos.
Si el saldo de décadas de gobiernos peronistas es la pobreza a niveles africanos, el imperio de la droga, la falta de salud, educación y sobre todo: la falta de justicia; resultaría una verdad -por lo menos “a medias”- aquello que también decía Borges: “Los peronistas son gente que se hace pasar por peronista para sacar ventaja”.
Y decimos “verdad a medias” porque debe entenderse desde la doctrina justicialista, que el peronismo se ha plagado de sujetos impresentables que solamente han velado por su propio bolsillo y que han bregado por el poder absoluto.
El peronismo del siglo XXI deberá ser un movimiento político de obrar recto como el ángulo que mide la escuadra o no será nada. Es necesaria una vuelta a las fuentes, a los valores rescatables que se propiciaron justamente un 17 de octubre de 1945. Buenos días. 


Roberto C. Suárez 
Abogado

Comentarios

Entradas populares de este blog

El origen de la chacarera

La chacarera es un ritmo y danza folclórica tradicional de Argentina, originaria de la provincia de Santiago del Estero. Ha llegado a extenderse por toda la Argentina y una parte del sur y oriente de Bolivia (región del Chaco). Se ejecuta tradicionalmente con guitarra, bombo legüero y violín. Es sin duda una de las danzas más antiguas del folclore argentino y es en la actualidad una de las más vigentes. De ritmo alegre y vivaz y gran arraigo en todo el Noroeste argentino, la región central y parte de cuyo, aunque si hablamos de chacarera, hablamos de Santiago del Estero, donde es la reina. La chacarera es una danza vivaz que, como la mayoría de las danzas Folklóricas argentinas, se baila en pareja. Esta es suelta (ya que los bailarines no se tocan) e independiente, es decir que hacen solas sus evoluciones, sin combinarlas con las de otra pareja. Pertenece al grupo de danzas picarescas, de ritmo ágil y carácter muy alegre y festivo, gozó de la aceptación del ambiente rural y ta

Ibrahim ibn Ya'qub la historia de un viajero sefardi

Ibrāhīm ibn Yaʿqūb (en árabe, إبراهيم بن يعقوب, también transcrito Ibn Jakub o Ben Jakub o Ibrahim Ibn al Jaqub al Israili at-Turtushi) o Abraham ben Yacov (hebreo), comerciante judío del Califato Omeya de Córdoba, natural de Tortosa, que viajó por la Europa Central y Oriental durante la segunda mitad del siglo X. En los años 960-970 viajó, por orden del califa de Córdoba, para comerciar con esclavos y para recibir audiencia de Otón el Grande, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Este viaje le llevó a Irlanda a través de Burdeos y Noirmoutier. Luego atravesó el imperio de norte a sur, pasando por Utrecht, Maguncia y Fulda, visitando las tierras del reino de los checos y, a orillas del Vístula, la ciudad comercial de Cracovia. Finalmente abandonó Europa por Sicilia. El informe que escribió al regreso de su viaje es el primer documento escrito sobre las ciudades de Praga y Cracovia, así como de Vineta, además de relatar con detalle la vida y las costumbres de los pueblos eslav

Salud. De un obrero alemán que no mata trabajadores. Una hermosa leyenda urbana

En 1937, como parte de la ayuda que le brindó Hitler a Franco para vencer al bando de los republicanos, socialistas y anarquistas durante la Guerra Civil Española, el temible equipo de aviación alemán llamado “Lutwaffe” bombardeo varias ciudades españolas. Cuenta la leyenda urbana que en un pueblo de el País Vasco hubo una bomba que llegó a tierra pero nunca estalló.  La bomba había quedado incrustada en el medio de la plaza central del pequeño poblado.  Los pobladores sorprendidos y asustados no se animaron a moverla, y mucho menos desarmarla y allí permaneció años durante el gobierno de Franco como un símbolo aleccionador.  Claramente representaba la muerte, el poder del régimen y el castigo a quien se rebelara. Una día de primavera, por la mañana, Julen se cansó del detalle del paisaje que arruinaba la plaza. Buscó herramientas, pidió ayuda que no encontró, y se decidió a desarmar y quitar el artefacto. Las primeras horas trabajó solo, ante la mirada le