Los partidos políticos y gremios organizadores estimaron que la movilización para denunciar el proyecto de tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Estados Unidos -que tiene el apoyo de Angela Merkel- convocaron alrededor de 320 mil personas en siete ciudades alemanas.
En Berlín, Hamburgo, Múnich, Fráncfort, Colonia, Stuttgart y Leipzig sonó el "Democracia en vez de TTIP", en referencia a la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), el acuerdo del que hay prevista una nueva ronda de negociaciones en octubre.
Los manifestantes también denuncian la conclusión de un acuerdo entre la UE y Canadá, el CETA ("Comprehensive Economic and Trade Agreement"), un acuerdo de libre comercio que aún debe ser ratificado por los parlamentos nacionales del bloque europeo.
Estos dos acuerdos comerciales preocupan en Alemania a pesar de que Merkel insiste en que generarán "creaciones de empleo". Una opinión que no comparte el vicecanciller socialdemócrata, Sigmar Gabriel, que criticó con vehemencia el tratado.
Si bien Francia es favorable al acuerdo con Canadá, se opone desde hace meses al que está siendo negociado con Estados Unidos. Los dos acuerdos suprimen las barreras comerciales y reglamentarias a ambos lados del Atlántico y apuntan a una liberalización casi total de los intercambios.
Sus detractores temen que afecten a las normas sociales, sanitarias y medioambientales. En algunos países de Europa también se oponen a la creación de un mecanismo de solución de diferendos para las inversiones que, según sus detractores, debilitaría a las autoridades públicas frente a las multinacionales.
"Para millones de personas en Europa y en Estados Unidos el CETA y el TTIP amenazan la protección del medio ambiente y de los consumidores", denunció Jennifer Morgan, de Greenpeace International.
La comisaria de Comercio europea, Cecilia Malmstrom, a quien los 28 miembros de la UE dieron mandato para negociar con Washington, denunció este sábado "la incomprensión, las leyendas y las mentiras en el debate que rodea este tratado".
"La gente tiene que volver a ser protagonista, es por eso que tenemos que parar el TTIP" explicó Axel Kaiser, coordinador de una plataforma de pequeñas y medianas empresas.
Washington y Bruselas tienen el objetivo de finalizar las negociaciones este año, antes de que el presidente estadounidense Barack Obama ceda el cargo a su sucesor.
En Berlín, Hamburgo, Múnich, Fráncfort, Colonia, Stuttgart y Leipzig sonó el "Democracia en vez de TTIP", en referencia a la Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP, por sus siglas en inglés), el acuerdo del que hay prevista una nueva ronda de negociaciones en octubre.
Los manifestantes también denuncian la conclusión de un acuerdo entre la UE y Canadá, el CETA ("Comprehensive Economic and Trade Agreement"), un acuerdo de libre comercio que aún debe ser ratificado por los parlamentos nacionales del bloque europeo.
Estos dos acuerdos comerciales preocupan en Alemania a pesar de que Merkel insiste en que generarán "creaciones de empleo". Una opinión que no comparte el vicecanciller socialdemócrata, Sigmar Gabriel, que criticó con vehemencia el tratado.
Si bien Francia es favorable al acuerdo con Canadá, se opone desde hace meses al que está siendo negociado con Estados Unidos. Los dos acuerdos suprimen las barreras comerciales y reglamentarias a ambos lados del Atlántico y apuntan a una liberalización casi total de los intercambios.
Sus detractores temen que afecten a las normas sociales, sanitarias y medioambientales. En algunos países de Europa también se oponen a la creación de un mecanismo de solución de diferendos para las inversiones que, según sus detractores, debilitaría a las autoridades públicas frente a las multinacionales.
"Para millones de personas en Europa y en Estados Unidos el CETA y el TTIP amenazan la protección del medio ambiente y de los consumidores", denunció Jennifer Morgan, de Greenpeace International.
La comisaria de Comercio europea, Cecilia Malmstrom, a quien los 28 miembros de la UE dieron mandato para negociar con Washington, denunció este sábado "la incomprensión, las leyendas y las mentiras en el debate que rodea este tratado".
"La gente tiene que volver a ser protagonista, es por eso que tenemos que parar el TTIP" explicó Axel Kaiser, coordinador de una plataforma de pequeñas y medianas empresas.
Washington y Bruselas tienen el objetivo de finalizar las negociaciones este año, antes de que el presidente estadounidense Barack Obama ceda el cargo a su sucesor.
http://m.pagina12.com.ar/diario/ultimas/20-309644-2016-09-17.html
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