RÍO DE JANEIRO.- El Gobierno interino de Brasil rechazó las críticas de países de izquierda en América Latina, incluyendo a Venezuela, Cuba y Bolivia, por el proceso de impugnación a Dilma Rousseff, que fue suspendida de su cargo de presidenta por el Senado.
El presidente izquierdista de El Salvador se sumó a la presión regional contra Brasil cuando dijo que no reconocería al Gobierno interino y llamó a su embajadora, agregando que hubo una "manipulación política" en la mayor economía de América Latina.
La posición oficial de la Argentina, con la nueva administración, se encuentra en las antípodas, en comparación con la sostenida por la administración anterior.
Los vaivenes y "amacadas" políticas tan drásticas, tan opuestas, encarecen la credibilidad política latinoamericana en el contexto internacional.
"Ellos" representarán el capital desalmado, pero nosotros somos bipolares...
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