Ir al contenido principal

¿El fin del peronismo? Por Roberto C. Suárez

Desde aquél pueblo trabajador que supo exigir la liberación de su líder en el 45 y la vida en technicolor (porque los días más felices siempre fueron peronistas) pasaron más de setenta años, y la ideología peronista, siempre atractiva para las masas, para los jóvenes, para los trabajadores, cargada de una retórica nacional y de la predica incansable de la justicia social, aparentemente ha llegado a su fin, sin el pueblo trabajador, sin descamisados y fundamentalmente sin conducción, rumbo a un desenlace inesperado.
Estimados: "La fuente donde "los cabecitas" mojaban sus pies cansados de injusticia social y de explotación parece agotarse" 

El camino a los infiernos está plagado de buenas intensiones.

Desde el golpe cívico militar en el 76 a la fecha, la pobreza en la Argentina pasó de un cinco por ciento a casi un treinta y tres porciento.
Las cifras son lapidarias, a ningún distraído puede pasársele por alto que en cuarenta años, el partido justicialista tuvo una gran responsabilidad en la debacle del país.

Desde Menem (the miracle man) hasta la doctora (arquitecta egipcia) el peronismo aportó al desaguisado nacional por un lado, malas administraciones y por el otro, un conato de corrupción en ambos casos de niveles africanos.
Sin duda la patria ha sido fecunda en buenos jugadores de fútbol pero no en buenos políticos


Desde una verdadera óptica nacional, la incompatibilidad de las políticas llamadas nacionales y populares con el enriquecimiento de los funcionarios y nuevamente, las malas administraciones, resultan demasiado lastre para un partido político acartonado, desdibujado, con una prédica siempre vigente, pero con métodos anacrónicos y éste ha sido por cierto, su mayor pecado, porque como decía el General: "primero está la patria... y por último los hombres.

Asimismo, el movimiento de trabajadores con sindicalistas enriquecidos, en un país sin trabajo, hoy ha perdido el núcleo duro del peronismo histórico: los trabajadores. Y dicho norte parece haberse profundizado en la década kichnerista, a la par de que los movimientos más radicalizados de izquierda fueron copando la parada.

Sin embargo el peronismo encuentra hoy entre sus grandes tragedias la ausencia de un líder y por ello, el poder y la proyección política comienzan a deshilacharse. Tampoco existiría hoy un campo propicio para que pueda desarrollarse un conductor político, y además... la mochila es muy pesada.

Todo parece indicar que el peronismo estaría agotándose o por lo menos perdiendo la capacidad de negociar la gobernabilidad argentina, lo que no es poca cosa. El tiempo dirá.


Roberto C. Suárez

Comentarios

Entradas populares de este blog

El origen de la chacarera

La chacarera es un ritmo y danza folclórica tradicional de Argentina, originaria de la provincia de Santiago del Estero. Ha llegado a extenderse por toda la Argentina y una parte del sur y oriente de Bolivia (región del Chaco). Se ejecuta tradicionalmente con guitarra, bombo legüero y violín. Es sin duda una de las danzas más antiguas del folclore argentino y es en la actualidad una de las más vigentes. De ritmo alegre y vivaz y gran arraigo en todo el Noroeste argentino, la región central y parte de cuyo, aunque si hablamos de chacarera, hablamos de Santiago del Estero, donde es la reina. La chacarera es una danza vivaz que, como la mayoría de las danzas Folklóricas argentinas, se baila en pareja. Esta es suelta (ya que los bailarines no se tocan) e independiente, es decir que hacen solas sus evoluciones, sin combinarlas con las de otra pareja. Pertenece al grupo de danzas picarescas, de ritmo ágil y carácter muy alegre y festivo, gozó de la aceptación del ambiente rural y ta

Ibrahim ibn Ya'qub la historia de un viajero sefardi

Ibrāhīm ibn Yaʿqūb (en árabe, إبراهيم بن يعقوب, también transcrito Ibn Jakub o Ben Jakub o Ibrahim Ibn al Jaqub al Israili at-Turtushi) o Abraham ben Yacov (hebreo), comerciante judío del Califato Omeya de Córdoba, natural de Tortosa, que viajó por la Europa Central y Oriental durante la segunda mitad del siglo X. En los años 960-970 viajó, por orden del califa de Córdoba, para comerciar con esclavos y para recibir audiencia de Otón el Grande, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Este viaje le llevó a Irlanda a través de Burdeos y Noirmoutier. Luego atravesó el imperio de norte a sur, pasando por Utrecht, Maguncia y Fulda, visitando las tierras del reino de los checos y, a orillas del Vístula, la ciudad comercial de Cracovia. Finalmente abandonó Europa por Sicilia. El informe que escribió al regreso de su viaje es el primer documento escrito sobre las ciudades de Praga y Cracovia, así como de Vineta, además de relatar con detalle la vida y las costumbres de los pueblos eslav

Salud. De un obrero alemán que no mata trabajadores. Una hermosa leyenda urbana

En 1937, como parte de la ayuda que le brindó Hitler a Franco para vencer al bando de los republicanos, socialistas y anarquistas durante la Guerra Civil Española, el temible equipo de aviación alemán llamado “Lutwaffe” bombardeo varias ciudades españolas. Cuenta la leyenda urbana que en un pueblo de el País Vasco hubo una bomba que llegó a tierra pero nunca estalló.  La bomba había quedado incrustada en el medio de la plaza central del pequeño poblado.  Los pobladores sorprendidos y asustados no se animaron a moverla, y mucho menos desarmarla y allí permaneció años durante el gobierno de Franco como un símbolo aleccionador.  Claramente representaba la muerte, el poder del régimen y el castigo a quien se rebelara. Una día de primavera, por la mañana, Julen se cansó del detalle del paisaje que arruinaba la plaza. Buscó herramientas, pidió ayuda que no encontró, y se decidió a desarmar y quitar el artefacto. Las primeras horas trabajó solo, ante la mirada le