Ir al contenido principal

¿Nueva era? El gigante entra en una transición de final abierto por Marcelo Falak

La defensa de sí misma que ejerció ayer Dilma Rousseff en un Senado que decidió, por un día, mostrarse sobrio ante la mirada de todo Brasil puede entenderse de diversos modos. Por un lado, como el gesto valiente de una mujer decidida a no tolerar cargos que considera injustos y una burla a los 54 millones de votos que le dieron la reelección hace casi dos años. Por el otro, como la mueca de alguien resignado ante lo inevitable y que pronunció una pieza destinada simplemente a convertirse en su testamento político.

La esperanza, frágil, era convencer a los supuestos "indecisos", si es que la falta de un pronunciamiento público sobre el voto sobre el "impeachment" puede considerarse de ese modo, a fin de lograr una minoría de bloqueo de 28 senadores. Para eso, el Partido de los Trabajadores contaba hasta a los dos ausentes de ayer, uno con una oportuna diverticulitis. Sin embargo, el tono general del discurso y de no pocas respuestas a la interminable retahíla de preguntas que le siguió cimentó la idea de una Dilma que encontró su épica en la decisión de caer de pie.

Se declaró honesta, recta, republicana, campeona del ascenso social, víctima de traidores y, en última instancia, de una conjura. Dado que todo eso es en alguna medida cierto, cabe preguntarse cómo una presidenta portadora de semejantes virtudes puede caer tan estrepitosamente. La respuesta, simplemente, es que fracasó.

Por un lado, si no robó, lo que hasta sus enemigos creen, aplicó un "laissez-faire" del que debería rendir cuentas. Además, el cambio de los vientos internacionales desnudó que el "milagro brasileño" siempre fue poco más que buena intención, marketing eficaz y materias primas caras. Y eso, a su vez, demostró que los gobiernos del PT no supieron convertir el piso social que meritoriamente generaron en un nuevo contrato, capaz de sostener un proceso de desarrollo real, más armónico y justo. Por último, nunca enamoró, el diálogo no fue su fuerte y a la crisis global respondió con medidas de austeridad sobre las que Lula da Silva le advirtió: "Quiso atender al mercado, pero el mercado de ella no es el banquero, es el del pueblo consumidor, el del trabajador, el del tipo que va a comprar carne, del que va al supermercado". No sorprendentemente, los primeros nunca la adoptaron pese a haber abrazado, tardíamente y sin convicción, sus demandas; los otros sólo salieron a las calles a cuentagotas cuando el agua subía, sin la decisión firme de salvarla.

Si todo se da como se espera, en las próximas horas la carrera política de Dilma terminará y el PT perderá el poder del que hizo uso y abuso durante trece años. Lo espera un desierto, acaso extenso. Mientras, Michel Temer habrá consumado una obra de arte de la intriga y será confirmado hasta el 1 de enero de 2019. ¿Pero comienza realmente una nueva era, como suponen los inversores, que cerraron los ojos ante la depresión económica y convirtieron al mercado paulista en el más rentable del mundo?

El nuevo Brasil acaso todavía traiga poco para festejar.

En él, los presidentes que pierdan la mayoría parlamentaria (y la calle) quedarán a tiro de juicio político, incluso si cometen incorrecciones administrativas tan ciertas como comunes a todos los funcionarios ejecutivos del país, actuales y pasados. Además, el sistema será un parlamentarismo de facto, algo sensible donde decenas de legisladores tienen tanto que ocultar.

Temer tendrá, se supone, su instante de festejo. Pero de inmediato deberá atender esos cambios de fondo, que bien pueden amenazarlo. También, colocar todo su talento político para conciliar el 10% de popularidad (por llamarla de alguna manera) con el que parte con su aspiración, por ahora no confesada, de validarse, ya con el voto popular, en las elecciones de 2018. Y, en el medio, no perder el aval de partidos que no quieren competir con un presidente en funciones y dueño de la caja federal en esa instancia.

Algo no menor, tendrá que aplicar el fuerte ajuste que se espera de él en el contexto de una economía que repuntará, con suerte, un 1,5% el año próximo tras una caída de 7% entre 2015 y 2016, que destruyó 1,7 millón de empleos.

Brasil cambia, de eso no hay dudas. Pero acaso lo que está por empezar sea por ahora una nueva fase de una transición con final abierto.

http://www.ambito.com/852945-nueva-era-el-gigante-entra-en-una-transicion-de-final-abierto

Comentarios

Entradas populares de este blog

El origen de la chacarera

La chacarera es un ritmo y danza folclórica tradicional de Argentina, originaria de la provincia de Santiago del Estero. Ha llegado a extenderse por toda la Argentina y una parte del sur y oriente de Bolivia (región del Chaco). Se ejecuta tradicionalmente con guitarra, bombo legüero y violín. Es sin duda una de las danzas más antiguas del folclore argentino y es en la actualidad una de las más vigentes. De ritmo alegre y vivaz y gran arraigo en todo el Noroeste argentino, la región central y parte de cuyo, aunque si hablamos de chacarera, hablamos de Santiago del Estero, donde es la reina. La chacarera es una danza vivaz que, como la mayoría de las danzas Folklóricas argentinas, se baila en pareja. Esta es suelta (ya que los bailarines no se tocan) e independiente, es decir que hacen solas sus evoluciones, sin combinarlas con las de otra pareja. Pertenece al grupo de danzas picarescas, de ritmo ágil y carácter muy alegre y festivo, gozó de la aceptación del ambiente rural y ta...

Ibrahim ibn Ya'qub la historia de un viajero sefardi

Ibrāhīm ibn Yaʿqūb (en árabe, إبراهيم بن يعقوب, también transcrito Ibn Jakub o Ben Jakub o Ibrahim Ibn al Jaqub al Israili at-Turtushi) o Abraham ben Yacov (hebreo), comerciante judío del Califato Omeya de Córdoba, natural de Tortosa, que viajó por la Europa Central y Oriental durante la segunda mitad del siglo X. En los años 960-970 viajó, por orden del califa de Córdoba, para comerciar con esclavos y para recibir audiencia de Otón el Grande, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Este viaje le llevó a Irlanda a través de Burdeos y Noirmoutier. Luego atravesó el imperio de norte a sur, pasando por Utrecht, Maguncia y Fulda, visitando las tierras del reino de los checos y, a orillas del Vístula, la ciudad comercial de Cracovia. Finalmente abandonó Europa por Sicilia. El informe que escribió al regreso de su viaje es el primer documento escrito sobre las ciudades de Praga y Cracovia, así como de Vineta, además de relatar con detalle la vida y las costumbres de los pueblos eslav...

Salud. De un obrero alemán que no mata trabajadores. Una hermosa leyenda urbana

En 1937, como parte de la ayuda que le brindó Hitler a Franco para vencer al bando de los republicanos, socialistas y anarquistas durante la Guerra Civil Española, el temible equipo de aviación alemán llamado “Lutwaffe” bombardeo varias ciudades españolas. Cuenta la leyenda urbana que en un pueblo de el País Vasco hubo una bomba que llegó a tierra pero nunca estalló.  La bomba había quedado incrustada en el medio de la plaza central del pequeño poblado.  Los pobladores sorprendidos y asustados no se animaron a moverla, y mucho menos desarmarla y allí permaneció años durante el gobierno de Franco como un símbolo aleccionador.  Claramente representaba la muerte, el poder del régimen y el castigo a quien se rebelara. Una día de primavera, por la mañana, Julen se cansó del detalle del paisaje que arruinaba la plaza. Buscó herramientas, pidió ayuda que no encontró, y se decidió a desarmar y quitar el artefacto. Las primeras horas trabajó solo, ant...